Si el agua está entrando en su propiedad, excave una zanja o cuneta con una pala o un azadón, lo mas cercano a la parte mas alta de su propiedad. Construya la zanja horizontal al flujo del agua para asegurar que el agua fluya lentamente. Asegúrese de que la cuneta o zanja descargue el curso natural del agua, a una superficie con vegetación o a una calle pavimentada (ver Figura 20).

Figura 20 CONTROL DE FUEGO Y EROSION

Excave el mismo tipo de contra cuneta en la parte mas alta de la pendiente donde sea posible, procurando que no se concentren grandes cantidades de agua a lo largo de una sola ruta. En suelos especialmente suceptibles a erosión, protección adicional puede lograrse usando plástico para cubrir dich supercicie. Las mantas de plástico usadas deberán empalmarse de igual forma que las tejas de los techos y asegurarse de modo tal que al agua fluya fácilmente sin percolar el suelo. Más proteccíon puede lograrse plantando arbustos, abriendo pequeños agujeros en el plástico.

Cuando las zanjas son excavadas en suelos poco estables, es recomendable cubrir las zanjas con plantas. Es recomendable cubrir la zanja con plantas que son muy tolerantes a la sequía y al calor (ver Figura 20) o con algun tipo de césped que sea perenne. NOTA: CUBIR CON PLASTICO NO DEBERA CONSIDERARSE COMO UNA SOLUCION PERMANENTED DEBIDO A QUE RETARDA EL RESTABLECIMIENTO DE LA VEGETACION.

El aserrín y la viruta de madera, son muy efectivos para detener el suelo, pues tienen la ventaja de incrementar el contenido de materia orgánica en el suelo. Cualquiera que sea el material usado, para mejores resultados, es necesario mezclar los materiales con la capa superficial de suelo, colocando la capa de aserrín o viruta de una pulgada o menos de acuerdo con las condiciones del suelo y la pendiente, luego aplicando fertilizantes nitrogenados para facilitar el crecimiento de la vegetación. (ver Figura 20).

Algunas mantas tejidas hechas de materiales orgánicos de fácil descomposición, pueden ser también usadas para cubrir el suelo en pendientes muy pronunciadas. Estas mantas deben ser amarradas a estacas para evitar que el viento o el agua las levante (ver Figura 20). La plantación normal en la pendiente puede realizarse después de colocada la manta, la misma que eventualmente se descompondrá pero permanecerá el tiempo suficiente para que la vegetación se establezca.